El triunfo de una web depende de muchos factores, pero los relacionados con su diseño y desarrollo son imprescindibles para convertirla en el sitio favorito de la audiencia objetivo. De todos ellos, la usabilidad web y la experiencia de usuario son dos de los más trascendentales y de sobra conocidos por los expertos en desarrollo, diseño y (cada vez más) SEO. Pero no son tan fáciles de dominar como puede parecer.
Los errores de usabilidad web están a la orden del día y pueden ser los responsables (en parte) de desviar el tráfico de una página hacia otra más sencilla para el usuario. La mejor manera de evitar este tipo de problemas es conociendo y dominando este concepto de diseño web y poniendo en práctica sus principios universales.
¿Qué es la usabilidad web?
El concepto de usabilidad aplicado a la web hace referencia a la facilidad y eficiencia de una página. Es decir, se considera que una web es usable cuando los usuarios pueden completar su objetivo dentro de la misma de manera cómoda, sencilla e intuitiva.
Cabe destacar que, aunque en ocasiones se utilicen como sinónimos, usabilidad web y experiencia de usuario no son lo mismo. De hecho, es posible que la primera exista sin la segunda, aunque es prácticamente imposible que ocurra lo mismo a la inversa. Es decir, para que la experiencia de usuario (User Experience, UX) en una página sea buena, deben confluir varios factores entre los que se encuentra el de la usabilidad.
10 claves de la usabilidad web
Controlar y dominar la usabilidad web pasa por conocer los 10 principios heurísticos de Jackob Nielsen, unas reglas universales descubiertas por el que ya es considerado un auténtico gurú de esta materia.
- Visibilidad del estado de la página, para que el usuario sepa en todo momento qué es lo que está pasando dentro de la web y en qué punto se encuentra. Por ejemplo, en un proceso de compra, los indicadores sobre el momento exacto de la transacción constituyen rasgos de usabilidad.
- Relación entre la web y el mundo real. Una página es usable si habla el mismo idioma del usuario, sigue un orden lógico, permite conectar con él de manera natural… Esta clave de usabilidad hace referencia a símbolos como el “carrito” en una tienda online o el de un libro para descargar un ebook.
- Control y libertad del usuario para subsanar errores y volver a un estado inicial. Los botones de “deshacer” o “cambiar” y las migas de pan también constituyen un paso hacia la mejora de la usabilidad web.
- Estándares. es necesario seguir idiomas y símbolos universales, para que el usuario no tenga que adivinar qué es lo que se quiere decir o mostrar en cada caso. En este punto se debe recordar que más importante que el diseño es la facilidad de uso de la web, aunque se puede encontrar el equilibrio perfecto entre ambos.
- Prevención de errores mediante un control exhaustivo antes de que aparezcan. Para ello, los desarrolladores pueden recurrir a las conocidas pruebas de usabilidad, que comprueban si todo está diseñado e implementado para el usuario final y no para un robot.
- Reconocimiento antes que recuerdo. Es mejor cargar las opciones de interacción de la página a medida que el usuario avanza, en vez de hacerle recordar dónde puede ir para cumplir la acción.
- Flexibilidad y eficiencia, tanto si es la primera visita a la página como si es un usuario frecuente de la misma. Los más “novatos” tendrán un nivel de interacción más superficial pero la misma necesidad de exprimir al máximo la web.
- Minimalismo en el diseño y la estética, eliminando todo lo que sea innecesario. Es mejor esforzarse en una página sin complicaciones, en la que se consigan fácilmente los objetivos de conversión, que en otra recargada con interrupciones para el usuario.
- Ayuda para que el usuario reconozca, diagnostique y recupere un error. Los errores 404 son mucho más fáciles de entender y solucionar con páginas como la que sigue:
- Asistencia y documentación concreta y sencilla para el uso de la web.
Con estas claves de usabilidad web en mente, se puede desarrollar una página sencilla, completa y adaptada a los objetivos de conversión que se hayan planteado al inicio de la estrategia de marketing.