Ya sabemos que una determinada estrategia de marketing siempre ha de ir acompañada de una medición y analítica minuciosa de los resultados. Los modelos full funnel no son una excepción. Continúa leyendo y te contamos en qué consiste el marketing funnel y cómo debe ser el cuadro de mandos de una estrategia full funnel.
¿En qué consiste una estrategia full funnel?
Se le denomina full funnel porque es una estrategia que incluye tanto el funnel o embudo de conversión, como el embudo de ventas (o comercial). Concretamente, a través de distintas acciones y técnicas de marketing, y pasando por diferentes fases, se acompaña al usuario durante todo el proceso de compra.
Estas fases van desde el momento en el que atraemos la atención del usuario, pasando por la etapa de relación con el mismo, hasta su conversión en cliente, e incluso el periodo post-venta y el periodo de fidelización. En lo más alto del embudo o Top Of The Funnel (TOFU), se encuentra el usuario que ya muestra un interés en nuestro producto, que puede dar respuesta a sus necesidades. En la parte media (MOFU o Middle Of The Funnel), el usuario conoce nuestro producto o servicio y sabe que le proporciona una solución. Pero aún está comparando entre nosotros y la competencia. Por último, en el BOFU, final del embudo, el usuario se convierte en un lead cualificado. Es decir, usuarios interesados en la marca que pasan a ser clientes potenciales y, por tanto, próximos a la conversión.
¡Mide y vencerás!
El modelo full funnel y más concretamente el funnel de ventas, es un elemento fundamental en la optimización de nuestra tasa de conversión (CRO). Todo pasa por elaborar unas métricas en función de los KPI’s, u objetivos cuantificables, fijados previamente.
En la primera fase del funnel de visibilidad-atracción, podemos establecer KPI’s enfocados a recoger datos referentes a las visitas web, tiempo de permanencia en página, etc. Después estaría la etapa media, la de captación, donde tiene lugar un periodo de relación usuario-marca. Aquí, algunas mediciones claves podrían ser las de cantidad de leads conseguidos, el coste por lead y la propia tasa de conversión. Por último, en la parte estrecha del embudo tiene lugar la métrica final, la que más nos interesa. La medición que nos proporciona información sobre el número de ventas generadas, tasas de conversión en venta y el no menos importante ROI o retorno de inversión.
Pero nuestro trabajo no termina aquí, la estrategia full funnel también consiste en el cuidado y atención del cliente que ya ha adquirido nuestro producto. Entra en acción una última fase de fidelización, que nos aportará valiosísimos datos respecto al engagement y que servirán para poder escalar nuestro negocio.
¡Ahora ya conoces la importancia de una estrategia full funnel! En Nivoria podemos ayudarte a mejorar la tasa de conversión de tu empresa. ¿Te podemos ayudar? ¡Contáctanos!