Un plan de marketing de contenidos bien preparado y elaborado es, aunque no lo parezca, uno de los pilares fundamentales de cualquier estrategia global de marketing online. Sin embargo, sigue pasando desapercibido y es uno de los recursos más denostados del panorama actual. Son muchos (incluidos profesionales en la materia) los que consideran que basta con escribir varios cientos de palabras y esconder, entre ellas, las keyword objetivo. Los mismos que, con el paso del tiempo, se dan cuenta de que las cosas no funcionan y que algo están haciendo mal con su estrategia de marketing en general y con sus contenidos en particular.
Qué es [y qué no es] el marketing de contenidos
Empecemos primero por lo que no es el marketing de contenidos. No es una disciplina nueva con la que los profesionales puedan recorrer más fácilmente el camino hacia los objetivos de marca. No es un nuevo descubrimiento en el cambiante universo del marketing online. Ni tampoco es el lienzo en blanco en el que se pueden escribir todas las bondades de la compañía. Porque no, una estrategia de contenidos no es solo texto.
Cada profesional o cada compañía tienen su público objetivo, para el que necesitan encontrar respuestas a sus dudas y necesidades. A través de la estrategia de contenidos se puede atraer a ese público objetivo, ofrecerle información de su interés y conseguir que una visita se convierta en una conversión y en una relación duradera.
Por ello, además de texto, también hablamos de imágenes, vídeos, infografías, tutoriales… Todo aquello que permita alcanzar la confianza del público objetivo, conocerlo a fondo y establecer vínculos. Y, a la larga, se acaba transformando en un mejor posicionamiento, ahorro de costes, mejora de resultados y, lo más importante, utilidad para todos los usuarios.
Errores más comunes en la estrategia de contenidos
- Algo falla en los contenidos. Son pobres, no satisfacen al público objetivo, no sirven para conseguir los objetivos del plan de marketing… Antes de preparar la estrategia de contenidos es necesaria cierta preparación previa en la que el estudio de los usuarios, de sus dudas y de sus necesidades es imprescindible.
- Acción sin planificación (o viceversa). Antes de ponerse a elaborar todo tipo de contenidos, hay que saber hacia dónde se dirige la estrategia, qué pensamos conseguir. En este sentido, es importante marcarse objetivos realistas y alcanzables. De la misma manera, de nada sirven los esfuerzos por elaborar un buen plan de contenidos si no se lleva a cabo.
- Solo palabras. Repetimos: una buena estrategia de marketing de contenidos va mucho más allá de los textos del blog. Las posibilidades son casi infinitas, solo hay que elaborar informaciones de interés para el público objetivo en forma de e-books, infografías, nuevos posts para el blog…
- Errores en el vínculo con el público objetivo. Es imposible ofrecer contenido de interés para conectar con un determinado grupo de personas si no se conocen sus gustos ni se entienden sus necesidades. Cometer errores en este punto puede tirar por la borda la estrategia global de marketing.
- Publicar sin promocionar. Conoces a tu audiencia, has elaborado y seguido un plan de marketing de contenidos al dedillo y has publicado algo nuevo… Pero, aun así, no ha funcionado como debería. Evidentemente no, porque tienes que gritarlo a los cuatro vientos, conseguir que tu público se entere que tienes nuevos contenidos que, no solo serán de su interés, sino que les pueden salvar el día, la semana, el mes. Utiliza tus perfiles de las redes sociales, el e-mail y tus contactos para darle voz a lo que has publicado. Solo así podrás conseguir un impacto de relevancia.
- El SEO como protagonista. Sí, conseguir una buena posición en buscadores es importante. Pero, además de gustar a Google, hay que gustar a nuestro buyer persona. Así que, sin olvidarnos del primero, nos debemos a los segundos. Esta es la base de cualquier estrategia de marketing de contenidos de éxito.
- No tener paciencia. Los resultados no va a llegar a las 24 horas de la publicación. Este es un camino a medio-largo plazo. Si siembras una buena estrategia de contenidos evitando todos estos errores, recogerás los resultados esperados (y algo mejores).
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