El pasado 2018 fue un año clave para la privacidad y el tratamiento de datos en la red. En este nuevo post, repasaremos las tendencias en ciberseguridad tras la implementación de la nueva RGPD, la ley que ha hecho replantear a las organizaciones el tratamiento y uso de los datos de sus clientes.

 

¿Qué es la ciberseguridad?

El concepto de ciberseguridad se define como la protección de los archivos que contienen información personal evitando cualquier tipo de amenaza que pueda poner en riesgo la información de cualquier dispositivo.

Como pudimos ver en uno de nuestros anteriores posts sobre las profesiones más demandas este 2019 en marketing digital, una de ellas se trataba del perfil del manager en ciberseguridad. Esta posición surge de la necesidad de las organizaciones de controlar el aumento de fugas de datos, ciberataques y fallos en el control de la privacidad de clientes y usuarios.

Por ello, podemos establecer que los objetivos principales de la ciberseguridad y de los profesionales de esta disciplina son:
• Salvaguardar la confidencialidad de los datos.
• Proteger la Integridad de los usuarios.
• Asegurar la disponibilidad de los sistemas informáticos y los datos.

 

¿Cuáles son los retos para el futuro de la ciberseguridad?

 

1. Control sobre los ciberdelincuentes en transacciones de pago online

Las transacciones de pago con Bitcoins o Criptomonedas son procesos fáciles de intervenir por parte de los hackers debido a la dificultad de asociar de manera sencilla la transacción a una identidad real. Es de vital importancia prestar mucha atención a la protección de nuestros sistemas de pago para evitar posibles entradas y ataques de malwares.

2. Cumplimiento del Reglamento General de Protección de Datos (GDPR)

Con la entrada en vigor de la nueva normativa en tratamiento y protección de datos, las empresas tendrán que plantear las estrategias de tratamiento de datos personales de sus clientes, protocolos en caso de fuga, así como contar con perfiles profesionales con expertise en áreas de seguridad que puedan velar por una buena gestión e implementación de dicha normativa. En este sentido, países como Estado Unidos están en el punto de mira al contar con los grandes gigantes de internet como Google, Facebook, Apple, HP o Oracle.

3. La IA y el Internet de las Cosas como vía de entrada de malwares

La Inteligencia Artificial y el Internet de las Cosas se están convertido en un foco claro de atención para los expertos en ciberseguridad. Y es que mientras los algoritmos generados por la IA pueden permitir identificar amenazas digitales de manera muy eficiente, también pueden ser una vía fácil de entrada para malwares. Los hackers pueden llegar a usar la AI para extraer información personal, robar datos, suplantar identidades… de manera automatizada.
Toda la información que emitimos a lo largo de nuestro día a día y que puede almacenarse, puede ser un activo de gran interés para los ciber-delincuentes y los expertos en ciberseguridad deben asegurarse de que dichos dispositivos son seguros para sus usuarios.

4. El uso de la nube como herramienta empresarial

Cada vez más organizaciones cuentan con un modelo de negocio basado en la nube. Esto supone un gran reto para los expertos en ciberseguridad, que cada vez más se encuentran con que los datos de las empresas no se encuentran en una infraestructura “interna” sino que deben proteger un “cloud”.
Muchas veces la propia organización no conoce los riesgos que esto conlleva, de hecho según los datos de Kaspersky Lab, aproximadamente el 73% de las pymes utilizan al menos un servicio en la nube.

5. Biometría, la nueva era de las contraseñas

Las contraseñas han sido hasta el momento la vía de protección más común de nuestras cuentas digitales. El mal uso de las contraseñas, la no renovación de estas cada periodo de tiempo o la sencillez de las mismas, suele hacerlas un foco clave para los ciberataques y una flaqueza básica para la seguridad de una organización.
En respuesta a ello, se están desarrollando herramientas para que apps tecnológicas puedan contar con datos biométricos como identificador. La huella dactilar, el iris o la voz prometen ser herramientas de paso no solo para acceder a nuestras cuentas personales sino para acceder a servicios digitales.

Leave a Reply